COMUNICADO PÚBLICO: Un levantamiento global y multiconfesional pide el fin de los proyectos de combustibles...


COMUNICADO PÚBLICO: Un levantamiento global y multiconfesional pide el fin de los proyectos de combustibles...
06 de Sep, 2022

Comenzó poco después del amanecer en una isla frente a la costa de Fiji, donde el reverendo James Bhagwan, del Consejo de Iglesias del Pacífico, y jóvenes religiosos, de pie en el mar creciente que ahora sumerge a la isla en la marea alta, sostenían un cartel que decía: “Por el bien de todos los seres: no más combustibles fósiles”.

El pasado 17 y 18 de octubre, activistas religiosos de 43 países de todo el mundo llevaron a cabo más de 500 acciones en las que se pedía el fin de los nuevos proyectos de combustibles fósiles y de deforestación, además de un compromiso masivo con los empleos verdes y apoyo económico de los países ricos a los países más afectados por el cambio climático.

“Los gobiernos y las empresas energéticas deben invertir en el acceso universal a la energía limpia y asequible, no en proyectos de combustibles fósiles que acelerarán la destrucción del clima”, dijo Meryne Warah, organizadora de GreenFaith que trabaja con grupos religiosos en Uganda y Tanzania para oponerse al oleoducto de África Oriental. “Necesitamos un ‘acuerdo verde’ global, no un planeta muerto”.

La movilización mundial, denominada Fe por la Justicia Climática, fue organizada por la Red Internacional GreenFaith, una alianza multirreligiosa de organizaciones de base de África, América del Norte, Latinoamérica, Asia y Europa. Fue la mayor acción climática multiconfesional de la historia y, dos semanas antes de la COP26, demostró la clara frustración de las comunidades religiosas por la falta de avances en materia de cambio climático. 

Las acciones se llevaron a cabo en una amplia gama de lugares y fueron organizadas por personas voluntarias a nivel local, de comunidades cristianas, musulmanes, judías, budistas, hindúes y de otras religiones y espiritualidades. En más de 30 acciones en toda América Latina, los grupos religiosos pidieron el fin de la deforestación y la protección de los derechos de los pueblos indígenas. En Lagos (Nigeria), activistas de base multirreligiosos protestaron contra la quema ilegal y altamente contaminante de gas por parte de las compañías petroleras. Frente a la sede parisina de la multinacional petrolera francesa Total Energies, un grupo multiconfesional pidió a la empresa que dejara de apoyar sus proyectos de oleoductos en África Oriental. En Nueva York, jóvenes activistas de confesión judía y personas aliadas interconfesionales bloquearon la entrada de la sede de BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, que invierte miles de millones de dólares en proyectos de petróleo, gas y deforestación. 

En el Reino Unido, país anfitrión de la COP26, un grupo interreligioso marchó hasta la residencia del Primer Ministro en el número 10 de Downing Street, en Londres, y presentó demandas y peticiones religiosas, para luego proyectar las demandas climáticas en las Casas del Parlamento. Las iglesias de todo el Reino Unido colgaron pancartas en las que pedían a su gobierno que pusiera fin a los nuevos proyectos relacionados con los combustibles fósiles y proporcionara una generosa ayuda financiera a los países más vulnerables al cambio en el clima, y a BlackRock que “dejara de destruir la Creación de Dios”.

En Yakarta (Indonesia), la mayor mezquita del sudeste asiático desplegó una pancarta frente al complejo de la capital nacional en la que se pedía al gobierno que pusiera fin a la producción de carbón. La catedral católica adyacente y una gran iglesia protestante cercana respondieron con pancartas en las que se pedía el fin de la deforestación y un aumento del desarrollo de las energías renovables.

Líderes religiosos de Australia celebraron un servicio de oración multiconfesional frente a la oficina local del primer ministro Scott Morrison, desplegando una gran pancarta que decía: “Scott Morrison: Proteja la Creación – Acción climática audaz antes de 2030”.  “Estamos diciendo a nuestro gobierno que deje de apoyar a la industria de los combustibles fósiles en contra de las necesidades de nuestros hijos e hijas y de sus propios hijos”, dijo Thea Ormerod, de Australian Religious Response to Climate Change. 

La acción mundial dio voz a las demandas desarrolladas por las personas de fe de base, que incluían el fin inmediato de los nuevos proyectos de combustibles fósiles, la deforestación tropical y la financiación relacionada; el acceso universal a la energía renovable; las políticas de creación de empleos verdes, un aumento en el desarrollo de la energía renovable, y una transición justa para las personas trabajadoras y las comunidades afectadas; el apoyo a las personas migrantes climáticos; y las reparaciones de los países y las industrias responsables de la mayor parte de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero. Más de 200 personas  líderes religiosas de alto nivel y 50 grupos religiosos que representan a más de 50 millones de personas han firmado estas demandas.

“Estas exigencias representan los criterios éticos con los que deben medirse la COP26 y cualquier respuesta al cambio climático”, dijo Shanon Shah, director de la Red Faith for the Climate, con sede en el Reino Unido. “Son necesariamente ambiciosas, y representan el compromiso con la compasión, el amor y la justicia en el corazón de cada expresión de fe en el planeta”. 

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